LA ALTERACIÓN ARTIFICIAL DEL CLIMA
El Programa de Supresión de Granizo utiliza en Mendoza la técnica de siembra de nubes a través de aviones y generadores para prevenir las precipitaciones de granizo y estimular la lluvia.
Por: Sofía Altuna
Desde que el hombre dependió de los ciclos de lluvia, ha intentado controlarlos para su beneficio. Numerosas culturas desde el antiguo Egipto contaron con ceremonias mágicas o religiosas para producir cambios en la atmósfera. Tradicionalmente, se cree que esto es imposible. Sin embargo, en la actualidad la siembra de nubes permite manipular las precipitaciones: aumentar las lluvias en zonas de sequía o prevenir el granizo.
En el país, se inició la siembra de nubes de manera experimental alrededor de 1958 en Mendoza. El propósito del Programa de Supresión de Granizo que se creó en 1974 es disminuir la formación de granizo en tres sectores clave: el Oasis Sur, el Oasis Norte-Este y el Valle de Uco. Según Hugo Videla, jefe del Centro de Operaciones del Radar Norte, se trata de un método preventivo que propone sembrar las nubes antes de que se forme el granizo.
Por seguridad operacional, se excluyen los vuelos de siembra de nubes en zonas próximas a la precordillera en el Oasis Centro, el Valle de Uco. (Crédito: DACC)
La siembra de nubes es una técnica que agrega dentro de la nube en crecimiento, partículas de yoduro de plata que facilitan la formación de gotas de lluvia. El yoduro de plata es un elemento químico que actúa como nucleante artificial y permite que las partículas de agua adopten el estado apto para caer.
Hugo Videla explica: “La intención es que un mismo volumen de agua se reparta en mayor cantidad y se formen granizos más chicos”.
Por defecto, la nube cuenta con otros nucleantes naturales que forman gotas de lluvia (sales, polvo, humo, etc.), pero suelen ser pocos. Hugo Videla explica: “La intención es sembrar millones de núcleos para que un mismo volumen de agua se reparta en mayor cantidad y se formen granizos más chicos”. Al precipitar, el granizo pequeño tiende a rozar con temperaturas más calientes, entonces cae en menor tamaño o se derrite y forma agua. Este proceso se conoce como competencia benéfica.
El Yoduro de Plata (AgI) actúa como núcleo de condensación en el proceso de coalescencia, al unirse con el H2O alcanzan el suficiente peso para caer a tierra. (Crédito: METTECH)
Por lo tanto, el Programa de Supresión de Granizo puede incrementar de modo indirecto la precipitación. Esto se debe a que aumentar la cantidad de núcleos favorece la coalesencia, proceso en que las gotas de agua se adhieren a partículas sólidas formando gotas de lluvia. Hugo Videla reconoce que aumentar la lluvia con la siembra de nubes es difícil porque las gotas formadas tienden a evaporarse en el camino, pero existen en el mundo programas con estos fines, como METTECH en Chile.
Se puede “sembrar” en la nube a través de un sistema terrestre o aéreo. Desde 2004 funcionan en Mendoza 14 generadores terrestres y 4 aviones. Los generadores son aparatos de acero inoxidable que emiten yoduro de plata con acetona. El líquido caliente se eleva y se transporta a la base de la nube en formación. Los aviones, en cambio, utilizan bengalas para incorporar núcleos artificiales en la nube.
Dado que el método antigranizo es preventivo, solo se puede sembrar en la zona de génesis de la nube, donde se producen corrientes ascendentes de aire. Para detectar esto, se analizan los datos de cinco radares de la provincia utilizando el software TITAN (Thunderstorm Identification Tracking, Analysis and Nowcasting System), un sistema de identificación, seguimiento, análisis y pronóstico de tormentas.
Hugo Videla desarrolla cómo identificar el momento idóneo para sembrar la nube:
https://soundcloud.com/sofia-altuna/hugo-videla-explica-cuando-se-debe-sembrar-una-nube
Los radares emiten energía electromagnética a la velocidad de la luz y sondean el espacio para recolectar información. (Crédito: DACC)
Aunque los informes técnicos de la Lucha Antigranizo de 2014 demuestran resultados favorables, la supresión de granizo aún es experimental. Según la DACC (Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas), el sistema carece de precisión porque es difícil explicar totalmente algunos de los fenómenos atmosféricos que interactúan para producir estas precipitaciones. La técnica de siembra de nubes en general, todavía está en desarrollo, pero hoy permite tener un control del clima que una década atrás hubiera parecido utópico.
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